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Vista parcial del Taller Bogotá Robótica Emprende. Fotos: Alejandro Angel |
Apasionado por la tecnología y entusiasmado con la idea de
saber de qué hablarían en Taller de Bogotá Robótica Emprende, este joven
emprendió un viaje de 130 km al sur occidente de su ciudad natal, sobre
la cordillera oriental de los Andes.
Durante el viaje, César Andrés miraba hacia los
cultivos de papa y hacia las haciendas productoras de leche y se preguntaba
cómo podría emprender su propia industria, una vez terminara sus estudios de
ingeniería electrónica.
En su ciudad natal solo hacen conferencias para los pequeños
empresarios en temas ya conocidos por todos los asociados a la cámara de
comercio. Pero nunca harían talleres de nuevas tecnologías, nunca encontraría
una conferencia de robótica para emprendedores.
César Andrés siempre estuvo alerta a la llegada de cualquier conferencistas en
robótica que llegara del extranjero y a estuvo en el primer concurso
de robótica, que se hizo en alguna de las tres universidades establecidas en la región. Aunque los concursos de robóticas son difíciles para los participantes, no han sido de la novedad sufiente para atraer a un
corresponsal de noticas internacionales ni siquiera un noticiero
nacional.
Ávido por tener más conocimientos en robótica, César Andrés
se encontró sentado en medio de un gigantesco auditorio de madera lacada color
amarillo. El sitio estaba lleno de jóvenes estudiantes universitarios, profesores
universitarios, docentes de tecnología de colegios de secundaria, y otros
curiosos en la robótica como él.
César Andrés miró y escuchó con expectativa, uno a uno a los
expositores que la hermosa maestra de ceremonias iba anunciando a las más de
cuatrocientas personas asistentes a aquel evento.
Un consejero del Alcalde experto en las TIC, un funcionario
muy importante del desarrollo económico quien resaltó la importancia de la
ingeniería y la mecatrónica para la industrialización y el emprendimiento, un
funcionario de la oficina para la promoción de las ciencias en el país, un alto
directivo de la Secretaría de Educación de la ciudad para los temas de ciencia
y tecnología.
También escuchó cómo un profesor peruano hizo un robot
humanoide en Japón y cómo un ingeniero colombiano fue
capaz de usar los primeros robots hechos por él mismo para la industria
metalmecánica de la ciudad capital. Esto realmente si se oía maravilloso,
pensó.
Tras escuchar un diálogo entre dos profesores universitarios, líderes de comunidades de robótica, un gerente de un centro de tecnología, un jóven empresario de una tienda de robótica y un empleado del gobierno sobre cómo
impactaba la robótica en la sociedad, César Andrés no se contuvo y también habló.
Este joven sintió llegado el momento para preguntarles a
todos los presentes: ¿Cómo habría de proteger los inventos que ya revoloteaban
en el cerebro y cómo evitar que otros le copiaran sus productos?
Las respuestas fueron variadas y llenas de emoción, por lo
que César Andrés se llenó de entusiasmo y se dijo a sí mismo estar seguro de
llegar a su natal Tunja a buscar que un empresario con suficiente capital se
interesara en sus futuros proyectos de robótica.
César Andrés habla de su visita a Bogotá Robótica. Servicio: Sandra Arévalo.
Comentario digital a propuesta 3
ResponderEliminarHola, Germán.
¿Qué ha pasado con tu periódico digital que es la idea central de este cursillo? Lamentablemente, con la publicación de tu trabajo en un solo nodo pareces haber dado un paso atrás...
Recuerda que el trabajo con hipertextos y la utilización consecuente de hipervínculos es la herramienta técnica central de la escritura digital.
El título de la sección de comentarios continúa siendo desproporcionadamente grande.
En lo demás la página se ve agradable.
Te envío por correo electrónico un comentario específico sobre el texto, de manera de que puedas apreciar más claramente todo lo que he marcado.
Te deseo mucho éxito en tus emprendimientos futuros y te envío un gran saludo.
Sergio